miércoles, 21 de noviembre de 2007

Bricolaje

Por fin...
Mi humano particular está dedicando la mañana a reforzar mi árbol, ese artilugio doméstico y gatuno que la mayoría de las veces no se parece a un árbol ni en pintura (qué iluso le habrá puesto ese nombre?), pero que al menos te quita las ansias de arañar y requetearañar. Además, si optas por usarlo habitualmente en vez del sofá o la mesa, tus humanos se ponen muy contentos, te acarician, te miman y te dicen cosas tontas: mira que a veces son simples!!!
Pues lo que ocurre es que desde hace un tiempo notaba yo mi árbol muy poco firme. Seguro que es culpa de Noa, que de tanto comer se ha puesto algo rechoncha. En mi modesta opinión, deberían ponerla a dieta. A ver si consiguen que corra y salte un poco más, que el ejercicio no le va a hacer ningún mal. Y, encima, como es blanca, las gorduras se notan mucho más. Noíta, rica, que lo digo por tu bien, no veas malicia en mis palabras (Ejem, ejem...)
En fin, voy a vigilar a bricoman, que si no superviso las cosas que se hacen en esta casa, no se hace nada bien. Ya se sabe que:

"Cuando el gato no está, los ratones bailan"

1 comentario:

  1. Rumbo, acabo de leer lo que has escrito sobre mí. A ver si dices la verdad, que aquí­ el único "gordito" eres tú!!! :-P

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Maullidos, ronroneos e incluso bufidos. ¡Este es el lugar adecuado!

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