martes, 30 de septiembre de 2008

La cara y la cruz

La semana pasada, mi abuelita humana por parte de humana nos guardó un periódico en el que pudimos leer encantados una noticia con corazón felino. Se trataba del rescate de cuatro gatos atrapados en un incendio que había sido provocado por un perturbado. Uno de los mininos, afectado por el humo, tuvo que ser atendido porque presentaba problemas respiratorios y en las fotos que acompañan al artículo ha quedado inmortalizado un bombero sujetando la mascarilla de oxígeno para que el pequeño amiguete pudiera respirar. El resultado fueron cuatro peludillos rescatados de las llamas y una noticia que a todo amigo de los animales le hace sonreir.

Unos días después, nos enteramos de otro caso con un final bien distinto. En esta ocasión, el fuego también jugaba un papel importante, aunque la protagonista involuntaria era una galga. La pobre había aparecido quemada pero con vida. Los efectos del fuego eran evidentes en todo su cuerpo, pero especialmente en los ojos y en el morro, literalmente en carne viva. Tal era el estado de descarnamiento que presentaba su maltrecho cuerpo que los veterinarios que la atendieron no pudieron hacer más que evitarle mayores sufrimientos... Ahora ya descansa en paz. Curiosamente no se trataba de una galga anónima: resultó que llevaba chip y esto permitió localizar a sus dueños. De esta manera, los voluntarios que la habían encontrado se enteraron de cómo noches antes la casa de estas personas había sido asaltada por desconocidos que incendiaron un patio donde tenían a sus perros. Algunos animales se quemaron mientras otros intentaron escapar de las llamas. Nuestra malograda amiga fue una de las que intentó huir del infierno en el que repentinamente se había convertido su hogar, dejando atrás el fuego pero no el dolor de sus carnes carcomidas.

Estas dos historias son la cara y la cruz de una misma moneda: los gatos y perros protagonistas no cometiron otro delito que estar en el sitio equivocado en el momento menos apropiado, convirtiéndose así en víctimas de la sinrazón humana. Pero detengámonos a pensar en cuántas desgracias como estas deben producirse cada día. Muchas veces, los esfuerzos invertidos en la lucha contra los efectos de la locura y la maldad tienen como recompensa los suspiros aliviados y las sonrisas con sabor a final feliz. Pero en otras ocasiones, las lágrimas, la rabia y la impotencia son la respuesta ante los crueles actos de seres que de humano no tienen más que la apariencia: porque la humanidad implica la compasión ante las desgracias y sólo aquellos que no tienen corazón son capaces de arrastrar tras de sí los indelebles rastros del sufrimiento y del dolor premeditado e infligido voluntariamente.

Cuatro mininos rescatados de las llamas... Una galga quemada viva... Cara y cruz de una misma lucha... Sonrisas y lágrimas... Principio y fin...

Os dejamos estos enlaces por si queréis leer más acerca de cualquiera de los dos temas:

viernes, 26 de septiembre de 2008

¿Hasta cuándo durará?

En nuestra sección Cartas a Rumbo hoy vamos a tratar el tema del abandono. Lo haremos a través de las palabras de nuestro amigo perruno Dark que aborda desde su experiencia un asunto como este. Por suerte, su caso tuvo un desenlace feliz. Pero ¿cuántos amigos no tendrán tanta suerte? Pensad en ello mientras leéis esta carta.

Querido amigo Rumbo

Me he animado a escribirte estas líneas para volver a abrir un tema que parece que nunca pueda llegar a tener un fin y este no es otro que el abandono que sufren cada día tantos animales. Es un tema que me toca muy de cerca, pues yo mismo lo sufrí en mis carnes hará unos 4 años aproximadamente. Por aquel entonces yo vivía con mi adorada mamá y llenaba mi vida con todo el amor del mundo igual que yo, la adoraba a cada momento; pero un día, sin mediar palabra alguna, me abandonó porque a su pareja yo no le gustaba. De la noche a la mañana pasé de tener mis cosas, mi comida, mi casa y mi mamá a, estar encerrado en la jaula de una perrera compartida con 4 perros más sin el calor de nadie más que el de mis compañeros de encierro. Pasé miedo al principio y ladré como un loco para que no me dejase, pero mis súplicas no sirvieron de nada y me dejó ahí; como no entendía que pasaba, decidí que era mejor morir que vivir ese infierno y, literalmente esperaba que la muerte me llevase negándome a comer. Pero, alguien se fijó en mi y puso todo su empeño en que yo no me fuera de este mundo, dedicándome cariño y afecto lo que me devolvió un poco de vida, pero no del todo pues yo lo que quería era a mi mamá. Ese tiempo descubrí que es tener que luchar por un trocito de pienso o por una baldosa en un rincón de la jaula, el pasar del tiempo se me hacia eterno pues no tenía razón alguna para despertarme cada mañana. Hasta que un día, no se si fue el azar o quien sabe el qué, apareció delante de mi jaula una cara que me era conocida de mi pasado y al vernos nos reconocimos al acto, esa persona luchó para sacarme de esa jaula y llevarme a un sitio donde cuidaran de mi, poco podía imaginar que esa persona acabaría siendo la que es mi mamá hoy día. Con ese reencuentro volví a confiar en ella, me visitaba muy a menudo hasta que una noche, me tomó con ella y nos fuimos a casa; en esa casa he vuelto a jugar, a dar todo el amor que llevo, a tener una familia y lo más importante, a vivir pues todo lo que doy me es devuelto multiplicado por infinito.

Esta es mi historia y ojalá, fuera la de todos y cada uno de los animales, que un día sus queridos amos decidieron desprenderse por ser muy grandes, por ser una molestia, por sobrar ante el nacimiento de una criatura y tantas y tantas excusas que usa la gente para dejar a su suerte a estos animales que les han dado todo lo que tenían por ellos.

No sé si llegará un día en que los humanos se den cuenta de que no somos juguetes, estamos vivos, sentimos y tenemos un corazón que late por y para ellos; un día en que los refugios, perreras, casas de acogida y todo lo que hay hoy día para ayudar a estos animales, no sea más que un recuerdo ya que no serían necesarios, no sé si esto llegará ...

Pero dentro de todo ese dolor, quiero haceros la reflexión que cada vez hay más gente que arriesgará su vida por salvar un animal de una carretera, por rescatar un animal maltratado o para dar una segunda oportunidad a aquellos, que tanto amor les pueden dar.

Gracias por permitirme estas líneas amigo mío, un abrazo muy grande,
Dark.
Gracias a ti, querido Dark, por compartir tu historia con todos nuestros lectores. Gracias por poner un poco de esperanza a un tema duro y doloroso como el del abandono. Gracias a todas esas personas que permiten con su esfuerzo y dedicación que muchos de nosotros sigamos adelante para contarlo y para disfrutar de una segunda oportunidad (yo me incluyo en este grupo porque también sé lo que es dormir en las jaulas del albergue...) Pero ojalá llegue ese día en el que no sea necesario luchar en contra de situaciones como la que tú y yo padecimos, no porque nos hayamos cansado de luchar sino porque ya no será necesario. Estoy seguro, querido amigo, que llegará ese día. El día en el que historias como la tuya, como la mía y como la de tantos otros no sean más que leyendas, porque no puede ser de otra manera. Y cartas como la tuya son un paso más en el camino hacia el final de la pesadilla.

Todos aquellos que, como Dark o Alter Ego, queráis compartir, denunciar o comentar algún tema con nosotros no tenéis más que escribirnos a la dirección de e-mail gateraderumbo@gmail.com.

martes, 23 de septiembre de 2008

Tres cosas que no nos gustan.

Nos han pasado este meme: Luna y Zeus lo hicieron hace unos días y hoy lo ha hecho nuestro amigo Gastón. Ante tanta insistencia hemos decidido que lo mejor es contestarlo sin más tardanza y para ello lo que tenemos que hacer es escribir tres cosas que no nos gustan.

Empezamos con las respuestas de Noa:
  1. Que le toquen la barriguita.
  2. Que la cojan cuando no le apetece.
  3. Que le laven los dientes.

Mis respuestas son las siguientes:

  1. Que me cepillen.
  2. Que no me hagan caso cuando maúllo.
  3. Que me tengan a dieta.
Después de confesarnos, llega el momento de pasar este meme. Y nuestros elegidos son Dark y su tete, Merlín y Bombay y Nano. ¡A ver qué cosas no les gustan a ellos!

¿Qué te gustaría hacer antes de morir?

Hace dos meses, la Gata Lili me propuso contestar a esta sencilla pregunta. Tenía que encontrar ocho cosas que me gustaría hacer antes de morir. Este dilema me dejó paralizado, porque ¿cómo voy a decidir qué hacer antes si la verdadera respuesta es que yo no quiero morir? La muerte es ese sueño eterno en mantas de fría tierra. ¡Sólo pensarlo me da repelús! Es cierto que la vida es el camino que nos conduce inevitablemente hacia nuestro fin, pero eso no implica que tenga que parecernos bien, ¿no?

A pesar de mi rechazo inicial, lo cierto es que después de darle vueltas a la pregunta en mi cabeza, no he podido evitar que se me ocurrieran algunas cosas que me gustaría dejar hechas antes de abandonar este mundo y a petición de mi amiga brasileña creo que puede ser interesante compartirlas con mis lectores. Así que antes de morir, me gustaría:
  1. Visitar el gran cajón de arena que, según me cuentan, es la playa (Ejem, ejem...)
  2. Subirme a un árbol bien alto (y poder bajar sin ayuda después)
  3. Si tuviera que elegir algo de comer, creo que optaría por probar el sushi.
  4. Viajar en barco: ¡ya sabéis que a mí me hubiese encantado ser un gato bucanero!
  5. Visitar un acuario: entretenimiento sin fin, aunque seguro que debe abrir el apetito...
  6. Volver al albergue del que salí y sacar a todos los amigos de cuatro patas que estén ahí.
  7. Escribir un libro que narre mis peripecias como gato urbanita y conseguir colocarlo en la lista de los más vendidos.
  8. Encontrar a un digno sucesor gatuno que, cuando yo falte, continúe con mi labor.
Creo que con esto lograría sentirme en paz a pesar de ser presa de la muerte. Y puesto que escapar de esta siempre inoportuna dama es imposible, lo importante será aprovechar al máximo el tiempo que tengamos para recorrer nuestras vidas. Nunca sabremos dónde ni cuando llegará nuestro fin, así que lo mejor será disfrutar de cada uno de los minutos de viaje. Y es que ya lo dejó dicho el poeta al afirmar que: "Caminante, no hay camino, se hace camino al andar".

Ahora, según las reglas de este meme, tendríamos que pasarlo a otros ocho blogs, pero preferimos que todos aquellos que lo lean se planteen cuáles serían esas cosas que les gustaría dejar hechas antes de morir.

lunes, 22 de septiembre de 2008

El gato Garabato

Son muchos los gatos que se pasean a sus anchas por las páginas de algunos libros. Unos son protagonistas de grandes relatos. Otros, en cambio, son simples actores secundarios que enriquecen la narración con su porte felino. A través de La Bibliogateca pretendemos recopilar algunos de esos momentos gatunos que descansan plácidamente entre las letras de la literatura universal. Y creemos que no hay mejor momento para iniciar nuestra labor que hoy, día de paso del verano al otoño, día en el que la estación de doradas hojas comienza para nosotros.
El gato Garabato.

Empezaremos nuestra colección con un fragmento dedicado al gato Garabato, felino residente en un convento de monjes. Fray Perico, protagonista de la historia, está tratando de encontrar un escondite para dos soldados franceses que han aparecido en su convento y decide que el mejor lugar para que pasen la noche es la carbonera. Pero al abrir la puerta, en la oscuridad brillan dos ojos mientras unas zarpas arañan la cara de uno de los franceses. Y es que este gato, como aclara el fraile, tiene muy malas pulgas. A pesar de atizar al felino con la escoba, Garabato no se amedrenta ni huye sino que tras un buen bufido se esconde más adentro. Es evidente que ante tal recibimiento, los soldados prefirieron dormir en otro lugar, dejando la cálida carbonera para nuestro triunfante amigo peludo.

Muñoz Martín, J., Fray Perico y Monpetit, Colección "El Barco de Vapor", Ed. S.M., Madrid, 2002, pp. 14-15.
Por desgracia, las prohibiciones de reproducción total o parcial del libro no nos dejan más que incluir este resumen y la referencia bibliográfica de la escena. Así que si queréis saber algo más acerca de las aventuras de fray Perico, de los soldados o del gato Garabato, sólo tenéis que haceros con el libro Fray Perico y Monpetit, especialmente indicado para niños de entre 9 y 13 años, pero recomendado para lectores de cualquier edad que conserven un espíritu joven.

viernes, 19 de septiembre de 2008

¡Marchando una de premios!

Siempre me han dicho que: "De bien nacido es ser agradecido". Y por eso, después de varios meses recibiendo premios, llega el momento de publicarlos en el blog. Así que ¡vamos allá!

Los premios concedidos por nuestros amigos Luna y Zeus son:

Y aquí tenemos los de nuestros amigos de Garilandia:


Nuestra Galga bonita también ha tenido el detalle de concedernos estos otros:


Y nuestro amigo perruno Dark nos consideró merecedores del siguiente:


Ante tal cantidad de premios no nos queda más que enviar un fuerte ¡Gracias! a todos estos amigos. En su momento ya se lo agradecimos en sus blogs, pero consideramos que es importante que estos premios que han tenido a bien concedernos brillen en nuestro rinconcito gatuno de la blogosfera. Así que nos aplicamos el dicho "Más vale tarde que nunca" y aquí os dejamos estos galardones que hemos decidido dedicar a todos los amigos que día a día os dejáis caer por nuestra Gatera, porque sois vosotros los que hacéis que todo esto sea posible.

miércoles, 17 de septiembre de 2008

Las prisas no son buenas

Con la mitad de septiembre llegan novedades a nuestra Gatera. Una de ellas es la sección Cartas a Rumbo, en la que iremos publicando los textos, opiniones o denuncias que nos vayáis haciendo llegar a través de nuestro e-mail de contacto (gateraderumbo@gmail.com) Y puesto que estamos de estreno, es el momento de compartir con todos vosotros, queridos lectores, la primera carta que hemos recibido y que será la encargada de inaugurar este apartado:
Estimado Sr. Rumbo.

Permítame que le cuente lo que hace tiempo he observado y que lejos de corregirse, para desgracia de nuestros amigos los canes, veo que se repite de cuando en cuando cada vez con más frecuencia.

Como usted bien conoce, Sr. Rumbo, es costumbre y necesidad de los perros salir a pasear a diario hasta tres veces por jornada para desarrollar sus lazos sociales, realizar algo de ejercicio, y ya puestos, pues hacer sus necesidades, ya que como bien recordará, nuestros amigos los canes no se satisfacen con una montaña de arena como usted, sino que precisan de un paseo, un parque o zona ajardinada, o al menos un árbol para dejar sus aguas.

Pues bien, he observado repetidas veces cómo quiénes tiran de las correas de nuestros amigos no se aperciben del gesto de éstos intentando aliviar el vientre y siguen tirando de la cuerda, mientras el pobre can se debate entre obedecer al amo o seguir su imperiosa necesidad, en una imagen que dice mucho en contra de la humanidad de quien está al otro lado de la correa.

No es preciso que le diga más, sino que se trata de otro efecto, o prueba si usted quiere, de los males de las prisas que dominan el mundo actual. Ya me gustaría ver cómo a ellos (y entienda que es un decir), alguien les intenta arrastrar tirando de su cuello mientras están sentados en su trono...

Sin otro particular le remito estas palabras por si tiene a bien dar a conocer estos hechos en su ventana al mundo, que es su afamado blog.

Firmado: Alter Ego

Tenemos que dar las gracias al amigo Alter Ego por compartir con nosotros sus reflexiones sobre un tema como este, ya que es verdad que muchos perretes son literalmente arrastrados por sus humanos sin dejarles disfrutar de las delicias y necesidades lógicas que conlleva ser perro (Ejem, ejem...) Y después de leer con detenimiento sus palabras al hilo de asunto tan delicado parece necesario concluir que es cierto que las prisas propias del mundo moderno influyen muchas veces en la relación que algunas personas tienen con sus amiguetes peludos, porque los horarios y las agendas rigen su devenir, haciéndoles olvidar que lo importante no es llegar, sino disfrutar del camino, especialmente cuando es compartido con un fiel compañero de cuatro patas.

martes, 16 de septiembre de 2008

Félix el Gato

Hoy os traemos una de esas joyas que en ocasiones aparecen por casualidad y sin previo aviso al doblar cualquier esquina: se trata de esta maravillosa representación de Félix el Gato que se encuentra en un solar ubicado en la avenida de la Libertad de Elche. Su gesto y su risa, que nos transmiten una sensación de alegría y desenfado, demuestran que este minino no es consciente de lo efímero de su existencia. Y es que, como tantas veces, el gato en el muro dará paso muy pronto a un edificio. Así que los que seáis de la zona, no tardéis en pasaros para conocer a este risueño felino, digno ejemplar de esa estupenda pinacoteca al aire libre que son nuestros pueblos y ciudades.

¡Ya es historia!: Félix el Gato ha desaparecido en febrero de 2009.

jueves, 11 de septiembre de 2008

De terrazas, jardines y plantas

Muchos sabréis que mi zona preferida de la casa es la terraza. Al principio no podía salir sin vigilancia porque al no tener ventanas no era un lugar seguro (vivimos en una 4ª planta y podía caerme) Pero desde que mis humanos decidieron acristalarla, la historia cambió: me paso horas y horas en ella, durmiendo aquí y allá, tomando el sol en mi árbol rascador, cotilleando lo que ocurre en la calle, vigilando mi cosecha de hierbas gateras o jugueteando con algún que otro bichillo. Noíta se pasa aquí conmigo gran parte del día, disfrutando del rincón más gatuno de nuestro hogar.

En nuestra terraza tenemos muchas plantas y quizá sea este el motivo de mi afición por ellas. Y es que mi humana opina que soy lo que podría calificarse como un gato jardinero. Disfruto de verlas bonitas y llenas de hojas verdes, sufro mucho cuando se rompen o se ponen enfermas y lloro cuando se hacen necesarias las tijeras de podar o el cambio a un tiesto mayor. Y es que no me gusta que las manipulen, aunque sea por su bien, y me paso un buen rato nervioso, caminando terraza arriba, terraza abajo, hasta que la intervención termina y cada planta vuelve a su lugar en la estantería donde viven, crecen y componen un pequeño pero maravilloso jardín vertical.

El caso es que desde hace unos días mi rincón verde está triste: una plaga de diminutos insectos ha dejado sin hojas a la mayoría de mis pequeñas plantitas. Cuando nos dimos cuenta, muchas ya estaban infestadas de bichos. La cosa se complicó más a causa de la comprensible incompatibilidad entre gatos e insecticidas, pues el contacto con estos venenos puede llevarnos a intoxicaciones muy peligrosas. Así que una vez tomadas las medidas necesarias para preservar nuestra salud, mi humana se decidió a fumigar. Algunas plantas sobrevivieron y otras no y mantenemos dedos y patas cruzados para que el diminuto invasor no resurja de sus cenizas...

A la tristeza por la pérdida de algunas de mis compañeras vegetales le sucede la alegría por las nuevas plantas que vendrán. Y es que una vez que nuestro pequeño jardín supere un período de cuarentena, será el momento de hacer una visita al vivero. ¡Flores y hojas volverán a llenar de color mi terraza! Ahora mismo estamos eligiendo qué especies quedarán mejor en función de la luz y de la temperatura que les podemos ofrecer, aunque también hemos de tener en cuenta el grado de toxicidad de las elegidas. Porque no todas las plantas son tan inocentes como parecen... Noa y yo no solemos mordisquear sus hojas, pero por si acaso, mis humanos prefieren que las plantas peligrosas no entren en casa (ya sabéis eso de "Quien evita la ocasión...") Y es que algunas plantas venenosas son la mar de comunes en nuestros hogares: así tenemos el poto, el aloe vera, la flor de Pascua, la hiedra, el ficus, los tulipanes, los narcisos, los jacintos, el crotón o los crisantemos. Al final de este texto os dejamos el enlace a una extensa lista de plantas tóxicas: la mayoría aparece en latín para evitar la confusión a la que podría llevarnos la variedad de nombres comunes que recibe una misma especie según la zona.


La conclusión es que las plantas son maravillosas, aunque si hay amigos de cuatro patas en casa sería interesante tener cuidado con cuáles elegimos. Otro punto a tener en cuenta es el de las medidas de precaución que deberemos adoptar a la hora de aplicar productos como abonos e insecticidas, ya que podrían suponer un peligro para los peludos de la casa. Y permitidme para terminar un consejo: si comprobáis que convivís con alguna planta tóxica, no os asustéis ni optéis por desecharla, ya que con ponerla fuera del alcance de vuestro perro, gato o roedor, ¡asunto resuelto!

martes, 9 de septiembre de 2008

¡Felicidades, abuelito!

Hoy es un día muy especial porque celebramos el cumpleaños de mi abuelito humano por parte de humana. Y como no puedo ir de visita a hacerlo en persona, aprovecho este espacio gatuno de la blogosfera para desearle lo mejor en este día tan especial que debería ser, por lo menos, fiesta nacional.

A ver si consigo que en esta fecha tan señalada mis humanos me dejen saltarme el régimen para tomarme algo a su salud, aunque me da a mí en la nariz que casi seguro voy a tener que conformarme con mi cotidiano pienso... Pero por intentarlo que no quede, ¿no? Y si lo del cambio de comida no da resultado, siempre me queda la opción de echarme una buena siesta en honor del cumpleañoso, porque seguro que él está hoy muy ocupado y no tiene tiempo para descansar. Así que como regalo especial dormiré yo por él: estoy seguro de que mi abuelito sabrá apreciar el maravilloso homenaje contenido en este desinteresado gesto. Ejem, ejem...

sábado, 6 de septiembre de 2008

Mi reino por una caja

Pues eso, que me encantan las cajas, pero sobre todo las de cartón. No lo puedo negar. Caja que encuentro, caja en la que tengo que meterme. La llegada de una a casa es todo un acontecimiento: las hay de leche, de zapatos, de fruta, de folios, de electrodomésticos,... Las tenemos grandes y pequeñas, con tapas y sin ellas, de colores brillantes o monocromas... ¡Mira que hay variedad de modelos! ¿Nunca os ha pasado que os han traído algún regalo y habéis preferido la caja al contenido de la misma? Inevitable: nada puede ser mejor que una caja de cartón. Y debo reconocer que sus utilidades son múltiples: sirven para esconderse, para jugar, para dormir... ¡Son tan confortables! ¡La mejor opción frente al aburrimiento felino!


Mi humana, en un intento por mejorar lo ya de por sí prácticamente inmejorable, convierte algunas de las cajas que llegan a casa en auténticos fuertes: con unas tijeras abre aquí y allá un par de ventanucos por los que podemos vigilar lo que ocurre fuera y por donde solemos sacar nuestras patitas para defendernos de los ataques del exterior. Además de esto, suele colgar dentro algún ratoncito con el que podemos jugar mientras estamos meditando nuestras estrategias bélicas (Ejem, ejem) ¡Y os aseguro que pasamos muy buenos ratos destrozando nuestro improvisado fortín!

Así que una sugerencia de fin de semana es que aprovechéis cualquier caja que tengáis en casa para jugar, esconderos o descansar un rato. Porque no hay nada mejor que sentir la calidez y seguridad que nos brinda un elemento tan simple y a la vez tan completo. Y mientras estéis disfrutando de vuestro momento caja, dedicad unos instantes a pensar en la persona que inventó estos maravillosos contenedores de cartón, porque gracias a él o ella, el mundo gatuno ha alcanzado sin duda nuevas dimensiones de placer y comodidad. Os lo digo yo que, si lo tuviera, dejaría mi reino por una humilde caja... pero de cartón, ¿eh?

lunes, 1 de septiembre de 2008

¿Convives con niños? Encuesta de septiembre

Pues los días van pasando y casi sin darnos cuenta hemos llegado a septiembre. Este mes viene marcado por el fin de las vacaciones y por la vuelta al cole de montones de niños. Pensando, pensando nos hemos empezado a preguntar cuántos de nuestros lectores de cuatro patas compartirán su día a día con minihumanos pequeñitos, juguetones y agotadores. Ya sabéis que en La Gatera somos unos cotillas y por eso hemos decidido que la pregunta de la encuesta de este mes sea precisamente esa: ¿Convives con niños? Encontraréis el cuestionario en la columna de la derecha.

¡Ánimo, que como siempre os digo, cuantos más votos recibamos, más emocionantes serán los resultados! Y si además de vuestro voto nos dejáis algún comentario que nos aclare el tipo de relación que tenéis con los niños de la casa, ¡mejor que mejor!

¿Viajas? Resultados de la encuesta de agosto.

Por fin ha llegado el momento de publicar los resultados de nuestra encuesta de agosto. Recordad que la pregunta que planteamos era la siguiente: ¿Qué hacéis estas vacaciones? Y las votaciones han quedado así:
  • Se está mejor en casa que en ningún sitio ha recibido 15 votos (79%)
  • Iré a casa de algún familiar ha recibido 2 votos (10'5%)
  • Viajar es lo mío ha recibido otros 2 votos (10'5%)
  • Me quedaré en una residencia ha quedado a 0, sin haber recibido ningún voto (0%)
Así que las conclusiones son evidentes: la mayoría de nuestros lectores están de acuerdo con Noa y conmigo y al igual que Dorothy de El Mago de Oz han llegado a la conclusión de que en casa se está mejor que en ningún otro lugar. Eso sí, algunos de nuestros amigos se desplazan, bien para llegar a casa de los familiares que les cuidarán mientras sus humanos viajan o bien para recorrer el mundo junto a ellos. El caso es que sea como y donde sea, lo importante es disfrutar del tiempo libre, ¿o no?

Sólo nos queda agradecer la participación a todos los que habéis votado e invitaros a la nueva encuesta correspondiente al mes de septiembre.

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