Estaba el otro día mi humana hablando con una vecina en el rellano con las puertas de su casa y la nuestra abiertas cuando, sin pensármelo dos veces, queridos lectores, me lancé a la aventura de colarme en el piso de al lado. Con una agilidad y velocidad impropias y sorprendentes para mi edad y complexión (Ejem, ejem...), salí como un rayo, tomé una curva perfecta y enfilé el camino que me condujo a colarme en la casa de los vecinos. Desgraciadamente, allí estaba mi humana para chafar tan emocionante momento echándome el guante en el mismo instante en el que iba a entrar en uno de los cuartos y poniendo punto y final a mi intrépida carrera. El caso es que este episodio nos ha llevado a plantearnos si alguno de nuestros lectores felinos habrá vivido una situación similar a esta y, para resolver tamaña duda, nada mejor que preguntar: ¿Os habéis colado alguna vez en la casa de un vecino? Las respuestas entre las que podréis elegir la vuestra son las siguientes:
-Sí, al menos una vez, para aquellos que al menos hayan hecho una incursión en algún domicilio de los alrededores hasta la fecha y, por supuesto, para los reincidentes
-No, porque me han detenido a tiempo, para aquellos a los que hayan pillado en el momento de colarse.
-No he tenido jamás la intención, para aquellos a los que la casa del vecino no les ineterse lo más mínimo.
-Ninguna de las anteriores.
Y que conste que nos da igual que hayáis entrado por la puerta, por una ventana, por la terraza... El caso es descubrir si alguna vez os habéis colado en la casa de al lado. Como siempre, encontraréis el cuestionario de nuestra encuesta en la columna de la derecha hasta el último día del mes: no dejéis de votar y si vuestra incursión en domicilio ajeno fue acompañada por una buena anécdota, ¡no dejéis de contárnosla!